Introducción
La Ley 1/2019 de Secreto Empresarial pretende proteger a las empresas cada vez más expuestas a prácticas desleales encaminadas a la apropiación indebida de secretos empresariales, como el robo, la copia no autorizada, el espionaje económico o el incumplimiento de los requisitos de confidencialidad, riesgos que se han incrementado por una creciente externalización, cadenas de suministro más largas y un mayor uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
La reciente Ley de Secretos Empresariales modifica la Ley de Competencia Desleal para, manteniendo la atribución del carácter de competencia desleal a la violación de secretos empresariales, precisar que esta se regirá por lo dispuesto en la nueva norma, que actuará como ley especial frente a las previsiones de la Ley de Competencia Desleal, susceptible, como ley general y en cuanto no se oponga a la especial, de ser utilizada para la integración de lagunas.
¿Qué es un secreto empresarial?
La Ley define el “secreto empresarial” como cualquier información o conocimiento, incluido el tecnológico, científico, industrial, comercial, organizativo o financiero que reúna las siguientes tres características:
- Ser secreto. Ha de ser una información reservada, no conocida ni fácilmente accesible para las personas pertenecientes al ámbito en que normalmente se utilice ese tipo de información.
- Tener un valor empresarial, ya sea real o potencial, que constituya una ventaja competitiva.
- Haber sido objeto de medidas razonables, en las circunstancias del caso, por parte de su titular para mantenerlo en secreto.
La definición de secreto empresarial que la ley contempla no abarca la información de escasa importancia, como tampoco la experiencia y las competencias adquiridas por los trabajadores durante el normal transcurso de su carrera profesional ni la información que es de conocimiento general o fácilmente accesible.
¿Cómo prevenir la vulneración del secreto empresarial?
La forma de prevenir la vulneración de un secreto empresarial y, en su caso, perseguir la misma, pasa por identificarlos, inventariarlos, describirlos y establecer un protocolo de actuaciones de protección en el ámbito de la empresa, políticas de Compliance y Auditorías de riesgos.
Recomendaciones y políticas prácticas para la prevención de la vulneración del secreto empresarial
1.Identificar el secreto empresarial:
Definir qué información es susceptible de ser considerada secreto empresarial y, una vez localizada, aplicarle las medidas necesarias para asegurar su confidencialidad.
2. Elección de un coordinador:
Es recomendable la designación de un encargado dentro de la compañía que vele por la implementación y cumplimiento de las medidas que deban adoptarse.
3. Accesibilidad a los secretos:
Es importante definir quién tiene acceso a la información sensible y bajo qué conceptos.
4. Medidas técnicas de protección:
Dependiendo de si la información está contenida en un soporte físico o digital las medidas cambiarán. En el primer caso, deberá guardarse la información sensible en un espacio restringido. En el segundo, es recomendable su encriptación. También los accesos digitales deberán restringirse.
5. Medidas legales:
Deberán incluirse cláusulas de confidencialidad en los contratos de empleados con acceso a dicha información; elaboración de códigos éticos que establezcan la política de la empresa respecto la información considerada confidencial; elaboración de cláusulas penales en caso de incumplimiento.
6. Protocolos estandarizados:
Definir protocolos para la interacción entre personal e información confidencial de modo que su tratamiento sea controlable y fácil de rastrear.