Emprendedores

 

  • Las diásporas han jugado un papel clave en la aceleración del ecosistema de start-ups de países como Israel o India.
  • Lo mismo en EEUU: En los últimos 15 años, el 25% de las empresas creadas y apoyadas por fondos de Venture Capital (VC) lo fueron por emprendedores extranjeros, al igual que Intel, Sun Microsystems, eBay, Yahoo o Google.
  • España carece de redes similares: no hay suficiente densidad de españoles en Silicon Valley; tampoco hay suficiente densidad de emprendedores extranjeros asentados en Madrid o Barcelona, aunque las cosas están cambiando.
  • Deberíamos (re)pensar cómo retener a la vez más talento emprendedor español en nuestro país y atraer talento emprendedor extranjero. Igualmente, deberíamos movilizar a los “argonautas” españoles (i.e. ejecutivos que están en multinacionales extranjeras fuera del país).

Las diásporas han sido claves para el desarrollo de las start ups israelíes e hindúes, dos países que aparecen en el radar internacional cuando hablamos de innovación y tecnología. Israel cuenta con más de 4.000 start-ups, todas ellas ampliamente conectadas con los fondos de venture capital, en particular de Estados-Unidos. Lo mismo ha ocurrido con India. Hoy en día, una de cada cuatro start ups en Silicon Valley ha sido o es creada por hindúes. Estos mismos han sido claves en el desarrollo de las empresas tecnológicas de su país, estrechando vínculos entre Mumbai y Palo Alto.

España carece de esta densidad de conexiones: no hay, por ejemplo, ningún español presente en los fondos de venture capital californianos y apenas en un puñado de start-ups californianas, cantidades ínfimas si se comparan con las diásporas israelíes, indúes o incluso de otros países europeos como Inglaterra, Francia, Finlandia o Suiza, todos ellos mejor organizados en Silicon Valley. Sobre todo la cultura del emprendimiento, del venture capital y de las start-ups está infra desarrollada en el país. Como apuntaba un reciente informe elaborado por Mckinsey y la Fundación Entrecanales, España es el país con menor capacidad de innovación dado su nivel de renta per capita: sólo Kuwait y Grecia muestran desempeños peores para niveles de renta similares. En 23 de los 31 indicadores que utiliza la Comisión Europea para evaluar la capacidad de innovación de un país, España se encuentra por debajo de la media europea, en particular en todo lo relativo al emprendimiento y start-ups tecnológicos.

España no tiene una diáspora de argonautas tecnológicos significativa en Estados Unidos. Tampoco destaca en venture capital y en start-ups tecnológicas. El talento existe sin embargo como lo demuestran los recientes éxitos de algunas start-ups españolas como BuyVip, Tuenti, Privalia, eDreams, Antevenio, Budgetplaces.com, Anboto o idealista.com. Todas ellas apuntan también a un ingrediente importante: la conexión con la cultura emprendedora estadounidense. Los fundadores de eDreams pasaron todos por Stanford y estuvieron luego trabajando varios años en tecnológicas americanas; uno de los impulsores de Tuenti, Zaryn Dentzel, es un californiano, conocedor de la red Facebook, que vino a asentarse en Madrid e impulsó la mayor red social española; el fundador y consejero delegado de Antevenio, la única start-up española cotizada en el Nasdaq francés, es un emprendedor de Nueva York, Joshua Novick; los fundadores de Privalia, José Manuel Villanueva y Lucas Carne, estudiaron ambos en Estados – Unidos y trabajaron luego para Bain; Jesús Encinar llegó de Boston donde se graduó en la Harvard Business School y creó idealista.com, otro gran éxito del Internet español. Otros como Gustavo García conectaron directamente con las tecnológicas estadounidenses vendiendo en este caso BuyVip a Amazon por 70 millones de euros.

Un caso paradigmático es el de Budgetplaces.com, start-up creada por John Erceg, un americano que creció en San francisco y se asentó en 1994 en España para hacer su MBA (en IESE) y luego trabajar en HP. Al dejar la multinacional se lanzó como emprendedor, creando en 2003 lo que sería Budgetplaces.com, una start-up nacida en Barcelona y ahora operando en varias ciudades y continentes, objeto de atención por parte de la universidad de Stanford y el Foro Económico de Davos en su informe sobre start-ups y emprendedores destacables.

Estos ejemplos muestran, si fuera necesario, que conviene (re)pensar  la cuestión de la fuga de cerebros  cuando  hablamos de España: los cerebros  van y vienen, si existen oportunidad  y facilidades (o se levantan los frenos al emprendimiento), los que se han ido  volverán;  la  mayor  fuga  de  cerebros  se  produce  cuando  el  informático  o  el programador se quedan en el país y buscan en él sobrevivir con un oficio que no era el suyo o se quedan en la casa familiar, esperando  que pase la tormenta, y perdiendo año tras  año  conocimientos  y  habilidades  al  no  ejercerlas.  Estos  ejemplos  muestran igualmente que los países que mejor lo hacen son los que no sólo retienen el talento sino que lo atraen  también. De ahí la importancia  de (re)pensar cómo no sólo retener el talento español en el país sino también como atraer  el talento emprendedor de otros países, al mismo tiempo que hacer circular a los emprendedores nacionales.

Un estudio  reciente  de la  Nacional Venture  Capital Association de  Estados  Unidos muestra en este sentido la importancia de los emprendedores extranjeros para levantar auténticos  imperios y multinacionales  en EEUU. En los últimos 15 años, 25% de las empresas cotizadas creadas y apoyadas por fondos de venture capital (VC) lo fueron por

emprendedores extranjeros (de hecho la propia industria  de (VC) tiene como “padre” a Gorges Doriot, un americano nacido en Francia, que creó también la escuela de negocios INSEAD). La capitalización bursátil de estas empresas  impulsadas por emprendedores extranjeros supera hoy en día 500 mil millones de dólares y el número de empleados los 200.000 en Estados Unidos y 400.000 en el mundo. Multinacionales de la talla de Intel; Sun Microsystems, eBay, Yahoo o Google, fueron fundadas por extranjeros: Andy Grove, de origen húngaro, fue uno de los co fundadores de Intel; el hindú Vinod Khoslaa co-fundó con un alemán Sun Microsystems; el también hindú Pradeep Sindhu creó Juniper Networks, el principal competidor hoy en día de Cisco; Jerry Yang cofundador de Yahoo! llegó a EEUU de adolescente; los fundadores de eBay, el francés Pierre Omydiar, y el de Google, el ruso Sergey Brin,  llegaron de niños a Estados Unidos.

Podríamos alargar la lista. En todos los sectores más punteros como semiconductores, biotecnología,  Internet   o  software,   abundan   los  emprendedores  extranjeros,   en particular  procedentes  de India, Francia, Inglaterra,  Irán  y ahora  también  China. La diáspora india es la que más empresas  ha creado en las analizadas  por el estudio mencionado (un total de 32, es decir 22%), por delante de Israel (17 empresas, es decir 12% del total), Taiwán (16 empresas),  por delante de Canadá, Francia, Inglaterra, Alemania, Australia, China e Irán. La capacidad de atracción de talento emprendedor va más allá sin embargo de las empresas fundadas por extranjeros: hoy en día muchos de los  consejeros  delegados  de  multinacionales  estadounidenses son  extranjeros,  los decanos  de  las  escuelas  de  negocios  de  Chicago o  de  Harvard  son  de  India, y  el presidente del mayor bufete de abogados  de Estados Unidos, Baker & Mckenzie, es brasileño. Mucho de este  talento  entra  al  país vía los estudios  en MIT, Stanford  o Harvard, siendo auténticas  canteras  de emprendedores extranjeros que buscan luego asentarse en Estados Unidos

España  no carece  de atractivos  para  los emprendedores extranjeros.  De hecho  sus escuelas de negocios atraen cada vez más talento, por asomarse  cada vez más entre las mejores del mundo, en particular  IESE, ESADE o el Instituto de Empresa. Muchos crean start-ups en el país como el sueco  Niklas Gustafson (fundador  de conzumo.com), el noruego  Christian  Nyborg (co-fundador  de  Másmovil), el austriaco  Meinrad Spenger (fundador   de  Busuu.com), el  belga  Francois  Derbaix  (emprendedor  en  serie,  co­ fundador   de  Toprural),  el alemán  Michael  Kleindl  (emprendedor  e  inversor),   el mexicano Mauricio Prieto (cofundador  de eDreams) o el colombiano-americano Steven Posner (emprendedor  e inversor en serie). A estos habría que sumarles emprendedores en serie, procedentes  de América Latina, como el argentino  Martín Varsavsky, muchos como él además convertidos a su vez en business Angels, invirtiendo su patrimonio en otras  start-ups,  como también  es  el caso  del francés  Alexis Bonte. Otros, como el americano   Gary Stewart,  impulsan  incubadoras   como  el  IE  Venture  Lab y  ahora dirigiendo  Wayra  Madrid, una  de  las  sedes  de  la  aceleradora   para  start-ups de Telefónica. El eslovaco Marek  Fodor,  por  su  parte,  dirige  ahora  Seed Rocket, una incubadora basada en Barcelona, ciudad dónde también se ubica Didac Lee, un español de origen chino, consejero  delegado  de la incubadora  Inspirit  e impulsor de muchas start-ups. Por si fuera poco, otros más como el indo-americano Allan Majotra, el francés Nicolás Goulet (junto con el venezolano Alberto Gómez) o el alemán Chris Pommerening, cofundaron algunos de los fondos de venture capital más activos del país: Axon, Adara y Active respectivamente.  A este  grupo  habría  que  añadir  otros  nombres  como  por ejemplo el mexicano José Marin, fundador  de IG Expansión, uno de los inversores más activos en internet, asentado en Madrid.

Deberíamos (re)pensar cómo retener  a la vez más talento  emprendedor español  en nuestro  país y atraer  talento  emprendedor extranjero.  Desde Estados Unidos hasta Chile, pasando  por Inglaterra, se están  multiplicando los programas Start Up. España debería impulsar uno que busque reformar la ley de quiebras para los emprendedores nacionales, facilitar visados de entrada  para emprendedores extranjeros,  y, para todos ellos, reducir trabas burocráticas y ofrecer una fiscalidad atractiva. De la misma manera que  inventamos  el Spain is Different con Miró, para vender  sol y playa, toca ahora proyectar creatividad e innovación, ofrecerse al mundo como un país que tiene y atrae talento emprendedor.

 

Fuente: Venture Lab / Mapamundi Partners